Evoka, la herencia tlaxcalteca de Chef Francisco Molina
Estamos en el valle de Tlaxcala, a 2500 metros de altitud, muy lejos del México de los estereotipos turísticos. El paisaje es árido, poblado por enormes agaves pulqueros con sus brazos sinuosos cubiertos por miles de púas afiladas, entre antiguas haciendas, edificios coloniales y ranchos de su pasado colonial. En el horizonte domina el perfil imponente de la Malinche, el volcán que lleva el nombre de la legendaria joven indígena entregada como ofrenda a los conquistadores españoles y que gracias a su belleza e inteligencia se convirtió en consejera
Mercado de la Merced, México DF: de cómo perderse en el infinito círculo dantesco de los golosos
Estrategias de mercadeo para ir al mercado Al principio el plan para visitar el mercado de la Merced me pareció raro. Decidimos ir a verlo justo el día de Guadalupe, el 12 de diciembre, la fiesta más grande del año en el DF, el día en que la mayoría de los más de 20 millones de Chilangos se desplazan hacia el centro de la ciudad. Pero este fue el truco para poderlo visitar tranquilamente, tranquilamente por decir algo, ¡a mí me parecía que había una barbaridad de gente! Eran los
Restaurante Quintonil, Mexico DF: el mundo de Jorge Vallejo y Alejandra Flores
“Son comida de pobres, los quintoniles no son para usted Doctora”, así le dijeron a una amiga mexicana, la Doctora Lazos. Me lo contaba mientras estábamos sentadas en una mesa del restaurante Quintonil de Ciudad de México, actualmente en el puesto 10 de la famosa lista “Latin Americas's 50 Best Restaurants”. Es lo que le contestó una campesina durante uno de sus trabajos de investigación antropológica por zonas recónditas de la montaña mexicana, al querer comer unos quintoniles. Son un tipo de los centenares de quelites, plantas silvestres
Restaurante Pujol, esencia de Mexico
Cuando llega a tu mesa uno de los platos de Enrique Olvera te quedas un rato mirándolos. Son como uno de estos cuadros de pintura hiperrealista, tan perfectos que dudas si son fotos y quieres acercarte para tocar el lienzo porque no ves rastro de pinceladas. Así son los platos de Enrique Olvera, obras maestras que van más allá de la realidad, retratos en estilo figurativo de grandes clásicos de la gastronomía mexicana, tan perfectos en su construcción, su forma, sus colores, que no puedes quitarle la mirada