
Receta de Panna Cotta al Tè Matcha

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By Carlotta Casciola
La Panna Cotta es un postre que se presta a infinitas variantes y una de mis favoritas es con té Matcha. Ya lo comenté en el post donde presento la receta tradicional.
El té Matcha, el té verde japonés molido en polvo, en los últimos años ha tenido un gran éxito en repostería y se ha hecho cada vez más conocido en todo el mundo.
Hay dos grandes categorías de Matcha:
- Matcha de grado ceremonial: se usa para la ceremonia tradicional del té y se toma como bebida. Es la categoría más alta y más cara porque se obtiene de los primeros brotes y de las hojas más tiernas. Tiene una gran concentración de umami y un perfecto equilibrio entre dulzor y amargor. Tradicionalmente se prepara añadiendo agua bien caliente y mezclando con el batidor de bambú (llamado chasen), hasta que se disuelva por completo y haya formado una espuma muy fina en superficie. Se bebe sin azúcar, pero se suele acompañar por un wagashi, un pastel tradicional que suele ser muy dulce. Hay pocos placeres mayores que visitar un jardín japonés y hacer una parada en una case de té, que suelen estar situadas en los lugares con mejores vistas, delante de a un lago o en un rincón mágico del jardín, y disfrutar de una taza de Matcha preparado por manos expertas. Os lo recomiendo si alguna vez visitáis Japón.
- Matcha para repostería: se obtiene de hojas menos tiernas y no tan finas. Se caracteriza por un sabor más rústico y un amargor más marcado que combina divinamente en repostería, especialmente con el azúcar y con los lácteos. Además, tiene un precio más asequible, una gran ventaja considerando que en repostería hay que utilizar cantidades más grandes. En esta receta he utilizado un Matcha que compré en Nishio, una de las capitales del Matcha en Japón, y es del grado ceremonial más bajo.
RECETA de Panna Cotta de Matcha
Ingredientes para 5 moldes individuales de aluminio de unos 85 ml:
- 200 ml de nata liquida
- 175 ml de leche entera
- 60 g de azúcar
- 3,5 g de té Matcha
- 1 + 1/4 hojas de gelatina (1,9 g por hoja)
Preparación:
Poner la gelatina en remojo en agua fría. Calentar la leche y disolver en ella el azúcar y el té Matcha. En otro cazo calentar la nata, teniendo cuidado que no suba demasiado la temperatura. Fuera del fuego añadir la gelatina hasta que se disuelva. Unir los dos líquidos y verter en los moldes. Dejar enfriar primero a temperatura ambiente y después en el frigorífico. Servir con un coulis de frutos rojos ácidos, la frambuesa es la que mejor combina.
¡Hay seguir tres reglas importantes!
i. Como disolver el Matcha. El Matcha no es hidrosoluble en frio y no es fácil disolverlo en la leche. Lo mejor es disolver primero el Matcha en un par de cucharadas de agua a unos 85/90º y seguidamente añadirlo a la leche caliente.
ii. Como desmoldar la panna cotta de Matcha. A diferencia de la panna cotta tradicional, no hemos puesto caramelo en el fondo del molde, así que es más difícil de desmoldar. El truco está en calentar un platito con un poco de agua y poner encima el molde con la panna cotta de Matcha, pero sólo unos segundos, para que la base se disuelva ligeramente y facilite el desmoldado. Desmoldar inmediatamente en el plato de servicio haciendo unos pequeños agujeros con el cuchillo en la base del molde para eliminar el vacío.
iii. Textura divina. El ultimo truco, y esto vale para cualquier receta de panna cotta, es de usar la cantidad mínima posible de gelatina. Si conseguís utilizar solo una hoja de gelatina o una hoja y un trocito, mucho mejor. En este caso hay que tener mucho cuidado al servirlo ya que se puede partir fácilmente. Pero será incluso más deliciosa…
¡Buen appetito!