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Mercado de la Merced, México DF: de cómo perderse en el infinito círculo dantesco de los golosos

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By Carlotta Casciola

Mercado de la Merced, México DF: de cómo perderse en el infinito círculo dantesco de los golosos

Estrategias de mercadeo para ir al mercado

Al principio el plan para visitar el mercado de la Merced me pareció raro. Decidimos ir a verlo justo el día de Guadalupe, el 12 de diciembre, la fiesta más grande del año en el DF, el día en que la mayoría de los más de 20 millones de Chilangos se desplazan hacia el centro de la ciudad. Pero este fue el truco para poderlo visitar tranquilamente, tranquilamente por decir algo, ¡a mí me parecía que había una barbaridad de gente!

Eran los cálculos de la madre de Lidia, una de las dos amigas guardaespaldas mexicanas que se ofrecieron a acompañarme en la misión. Experta frecuentadora de este mercado desde hace décadas, una de las mujeres que se levantan a las 5 de la madrugada para hacer la compra en la Merced, había sugerido: “la gran compra para el día de Guadalupe ya la hicieron los días anteriores; aun así tenéis que ir tarde, sobre las 11:30-12:00, porque durante las primeras horas de la mañana todavía hay mucho bullicio”. Y menos mal. Cuando llegamos allí pregunté varias veces si realmente era un buen momento, si realmente habíamos acertado con el plan, si de verdad no había mucha gente. “Sí, sí ahora no hay mucha gente”, respondían. Nos daban empujones por todos los lados y los diableros gritando y cruzando por los estrechísimos pasillos con enormes cantidades de mercancía a sus espaldas o en sus carretillas (llamadas diablitos, de ahí su nombre) a velocidad de fórmula 1. No podía imaginar cómo habría sido si hubiera estado a tope de gente.

El orden del caos

El metro desemboca justo dentro del mercado, casi introduciéndonos en un universo paralelo, en una ciudad inmensa cubierta de lonas, surcada por estrechísimas y enredadas callejuelas demarcadas por una infinita secuencia de puestos hechos de altísimas pilas de productos, para así aprovechar al máximo el espacio disponible.

Cestas Fruta Merced

Hay que tener cuidado de no desorientarse, porque en aquel laberinto es fácil perder el sentido de la orientación. Cada zona está especializada en cierto tipo de producto, así que la mayoría de los puestos se parecen, venden lo mismo aunque apilado de forma ligeramente diferente, así que no hay referencias claras para orientarse. Quizás tenía que haber llevado una brújula. Ahora entiendo por qué mis amigas me aconsejaron no ir a visitarlo sola.

Carácter Chilango

La Merced está siempre a tope porque se compra muy barato, a precios de mayorista, y los productos son de calidad. Allí hacen su compra los vendedores de los puestos de otros mercados cuando no quieren bajar hasta la lejana central de abastos. Pero además porque los Chilangos son auténticos negociantes, les encanta comprar y revender lo que han comprado.

Salchichas Oaxaca Merced

Desde pequeños los niños ponen sus pequeños puestos en la calle para vender lo que pueden, por la noche los estudiantes venden los dulces y tartas que han cocinado. De esta forma en cada esquina de la ciudad hay puestos o mercadillos que por la noche se multiplican, sobre todo los de comida, estratégicamente situados a la puerta de las unidades habitacionales, urbanizaciones privadas con control de acceso, en las que se organiza esta inmensa urbe. Los vendedores de exquisitos tamales, mazorcas, tacos o dulces se acumulan cerca de la entrada, por lo que es casi imposible salir “ileso” al pasar por esta zona, la tentación es enorme con tanta oferta tan golosa y a tan bajo precio. Y caes en la tentación. Por eso otro amigo lo llama el triángulo de las Bermudas…

Mercado de la Merced DF

Nos reciben con Mariachis

Emergemos en la zona de venta de flores artificiales, decoraciones navideñas, todo tipo de platos, vajilla y decoraciones de plástico para grandes festejos. El kitsch más absoluto. Y justo en ese punto, de repente la gente se empieza a acercar hacia nosotros. Bueno, realmente nosotras no éramos lo interesante, sino que estábamos justo al lado de un grupo de Mariachis que iban a empezar a cantar a la Virgen de Guadalupe, que allí tenía su altar. Empieza la música y nos vemos inmersas en una escenografía de película.

Mariachis Guadalupe Merced

El canto de una niña que no tendrá más de 10 o 12 años es rompedor, su voz es angélica pero desgarradora, se nos pone la piel de gallina. Trompetas y guitarras la acompañan al cantar una de las mañanitas, es un momento mágico, bellísimo, parece un rito pagano, una ceremonia ancestral. Al acabar volvemos a la realidad, en medio del bullicio y del plástico, un montaje, un escenario artificial hecho de imágenes religiosas baratas, flores tropicales artificiales, gente amontonada y el grupo de Mariachis que reclama un aplauso con su micrófono.

Mariachis Guadalupe Mercado Merced

Y llega el aplauso. Los instrumentos vuelven a sonar, y de nuevo subimos a ese mundo celestial, nos ausentamos del mercado.

Mariachis Guitarra Merced

La música primero va dedicada a la Virgen de Guadalupe, pero después tocan una canción de amor. Sacro y profano se unen. Volvemos a subir al cielo por un momento, y a su fin volvemos a caer en el pasillo del mercado, hasta que entre aplausos el grupo de Mariachis desaparece.

Frutas y verduras

Seguimos nuestro recorrido por los meandros del mercado. Llegamos a la nave de la fruta: montañas de todo tipo de fruta exótica, en cada una de ellas hay muestras con la fruta abierta para mostrar su calidad. Al caminar entre ellas el aroma es intenso y cautivador, paseamos entre guayabas, frutas de la pasión, papayas, granadas chinas, piñas, cocos, guanabanas, zapotes, magueys, plátanos de distintas variedades, toronjas (naranjas), sandías, higos chumbos (allí llamados tunos), etc.

Fruta exotica mercado Merced

Las limas (que allí se llaman limones) son tan importantes que están en un anexo aparte, junto con ajos y cebollas. Otro anexo está dedicado a los tomates o tomatillos, que nada tienen que ver con nuestros tomates y que son la base de sus salsas verdes, también hay jitomates (nuestros tomates), chiles frescos y quintoniles de tipos casi infinitos, montañas de cilantro vendido en grandes manojos con toda su raíz…

Tomate Mexicano Mercado

Cilantro Raices Mercado

Subiendo la mirada vemos que el techo está cubierto de grandes bolsas para la compra, las famosas bolsas del mandado, que venden baratas, no vaya a ser que se pierda una buena venta por que el cliente no trae una bolsa para llevarse el género.

Pimientos Merced

El maíz azul

Me había encaprichado de las gorditas de maíz azul que había comido unos días antes en Puebla, unas tortillas rellenas de ensueño. Querría llevarme en la maleta ese sabor, ese delirio aromático. Tras una corta deliberación, el concilio de mis ángeles de la guarda mexicanos decide que lo mejor es comprar directamente los granos de maíz azul. Y nos ponemos en marcha a buscar quien los venda. Pero no es fácil. Al preguntar nos indican el puesto de un buen vendedor, pero también nos avisan que no veremos el maíz azul a la venta, tendremos que pedirlo, suelen tenerlo reservado en una zona aparte. Así llegamos al puesto de la familia Valdez y conocemos a Alberto.

Maiz Azul Valdes Merced

“¿Que maíz queremos? ¿Azul?” También tiene rojo y blanco. Desaparece y regresa enseguida con dos bolsas. El maíz es precioso, sacamos una foto a Alberto con su maíz, que pronto será el nuestro. “¿Me mandas la foto por favor?” Y nos deja su email, increíble, ¡su puesto del mercado tiene email!

Las grandes pirámides del mercado

En los puestos de nopales, montañas de bolsas llenas de hojas de nopal (o chumbera) se apilan a la espera de ser limpiadas.

Pila de Nopales

Los limpiadores trabajan a la velocidad de la luz, es casi imposible hacerles una foto mientras las limpian, una hoja detrás de otra, todo el día quitando las espinas de los nopales, miles de hojas limpiadas cada día a un ritmo de maquinaria de alta tecnología.

Nopales Mercado Merced

Las pilas de productos son increíbles, hacen olvidar la habilidad de sus antepasados mayas o aztecas construyendo pirámides. La base es estrecha y la gran cantidad de mercancía llega hasta casi dos metros de altura, en equilibrio aparentemente precario.

Pimientos Mercado Merced (2)

Flores de calabaza, setas, huitlacoches (hongos que crecen en las mazorcas de maíz y que son una verdadera delicatesen), mazorcas frescas, bolsas de grano de maíz para cocer y hacer pozole (la tradicional sopa de maíz fresco), la cara del vendedor de mazorcas está llena de salpicaduras del líquido que sale del maíz y sin problema se deja fotografiar. El mercado vive día y noche, me cuentan que en muchos puestos se turnan para estar siempre abiertos. Quizás para sacer buenas fotos debería volver por la noche, quizás el mercado estaría más tranquilo; o no…

Huitlacoche Merced

Flores Calabacin Mercado Merced

La zona donde se vende la carne es un verdadero teatro. En cada puesto hay una persona que llama la atención de los transeúntes, otro que despieza con destreza montañas de pollos como un verdadero cirujano, uno más que se dedica a cortar montañas de filetes de res, otro a preparar salchichas, todos en un espacio diminuto, casi como en un guiñol, cada uno a su tarea con sus movimientos repetitivos y perfectamente sincronizados.

Carniceria Merced

Filetes ternera

Después un buen rato vemos por fin la luz, salimos a la calle pero todavía hay puestos uno detrás de otro. Estamos buscando un puesto famoso por la calidad de sus moles. Por aquí en teoría pasa una carretera, hay coches que pasan de vez en cuando, no sé cómo se atreven a pasar entre tanta gente, sobre todo por la cantidad de diableros que la usan como su autopista privada. En una equina cercana esperan los diableros a que alguien les contrate.

Diableros Mercado Merced

Llegamos a los puestos de “envoltorios” para los alimentos, es decir, cualquier cosa que sirva para preparar la comida callejera mexicana por excelencia: los tamales.

Hoja de Maiz

Hay expuestas montañas de pencas de maguey que usan para el mixiote, hojas de plátano para los tamales al estilo de Oaxaca, enormes hojas de plátano para las barbacoas… Sus barbacoas (plato estrella de las bodas) nada tienen que ver con las nuestras, en México asan animales enteros, corderos, cerdos o terneras, envueltos en hojas de plátano y enterrados con las brasas en grandes agujeros cavados en la tierra.

Diableros

Por fin llegamos a la tienda de moles. Tienen grandes vasijas de barro con forma de barco cuyo interior está dividido en secciones, en donde se almacenan moles de tipos diferentes, no solo por sus ingredientes sino también por su consistencia. En esa misma tienda venden especias y, por supuesto, una infinita variedad de chiles, con los que se pueden preparar moles caseros.

Chiles Mercado Merced

Seguimos el recorrido, pero ya tenemos que comprar una bolsa del mandado, hemos comprado demasiadas cosas, y además al pasar por la zona de productos Oaxaqueños no me resisto a comprar un molcajete (el tradicional mortero mexicano) con cara de cerdito que me miraba de forma irresistible. El más pequeño pesa 2,5 kg, no sé cómo haré para volver con la maleta, ya la tengo llena y creo que voy a superar el límite de peso con los muchos libros que ya he comprado. Cae también en mi bolsa un paquete de totopos de maíz azul (similares a los nachos), que por lo menos pesan poco, pero no sé si llegaran hechos migas…

Molcajete Mercado Merced

Sin casi darnos cuenta llevamos ya horas dentro de este casi infinito paraíso gastronómico. La espalda empieza a doler, pero queremos visitar el Mercado de Sonora que no está muy lejos y que en esta época pre-navideña debe estar en su apogeo.

Mercado Sonora Mexico DF

En el exterior proliferan los puestos de adornos navideños, enormes papa Noel hinchables, figuritas de todo tipo para el nacimiento… pero cuando llegamos a su interior pasamos de lo sagrado a lo pagano. Aparecen figuras de la llamada Santa Muerte, los puestos de la limpia donde los chamanes ofrecen sus “tratamientos” para sanar cualquier mal.

Estatuas Muerte Merced

Su interior impresiona: calaveras, hoces, sacos y cestas llenos de maderas tropicales, especias, flores, etc. con supuestos poderes esotéricos. Justo al lado se venden figuras de la Virgen de Guadalupe y otros Santos mexicanos de todos los tamaños.

Mercado Sonora Imagenes Sagradas

Y como no, las enormes y coloridas piñatas, las tradicionales con sus 7 puntas que representan los pecados capitales y otras más modernas y divertidas con forma de juguetes, muñecas o dibujos animados.

Son las 4 de la tarde, es hora de salir de este infinito círculo dantesco de los golosos ¿habrá que ir a comer?

Coco fresco Merced

Mercado de la Merced

Calle Rosario S/N, Venustiano Carranza, Merced Balbuena, 15810 Ciudad de México, D.F.,

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