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Alfredo Maestro y la Ribera del Duero como era antes de los años 80

“Así era la Ribera del Duero antes de los ’80” nos dice el amigo Alfredo Maestro.

Estamos en un majuelo situado en una ladera, con vistas extraordinarias de Peñafiel y su Castillo. En los años 80 pioneros como Jesús Anadón, Pablo Peñalba López, Alejandro Fernández y los hermanos Perez Pascuas entre otros, empezaron la transformación de esta tierra en la moderna y famosa denominación que es actualmente, con la Tempranillo como protagonista exclusiva. Pero antes no era así.

Viñedo Peñafiel

En esta época las flores acaban de convertirse en fruto, uvas de Tempranillo, sí, pero también de Garnacha y Albillo. Porque hasta hace pocos años no era todo Tempranillo lo que se cultivaba en la Ribera del Duero (como tampoco lo era en Rioja), los viñedos eran pequeñas parcelas que pertenecían a una familia y donde se cultivaban las viñas con que se producía el vino para consumo domestico y poco más. Entonces el vino era un alimento y la cantidad lo más importante.

En este majuelo las cepas parecen obras de arte por sus viejos y gruesos troncos con su corteza hecha de arrugas y pliegues; sus ramas son tan onduladas en formas sinuosas y diferentes que se podría pensar que por la noche toman vida y se mueven. Cada una de esas arrugas y esas curvas está llena de historias, personajes, anécdotas…

Cepa Penafiel

El suelo es de cascajo, piedras redondas de canto rodado, cuarzo, mezclado con arena, porque esta ladera hace mucho tiempo era el fondo de rio, cruza por una veta de tierra caliza.

Y como un paciente coleccionista de obras de arte, Alfredo Maestro ha ido recopilando y tratando de recuperar poco a poco estas viejas microparcelas que nadie ya quería trabajar. Su trabajo es liberar a las viñas de los residuos de los productos químicos con que fueron tratadas y resucitar muchas viñas viejas casi muertas, eliminando pacientemente los “chupones”, los brotes que nacen del pie americano y que quitan casi toda la energía a la planta. Poco a poco el suelo de estos majuelos vuelve a la vida, el ecosistema recupera su equilibrio y las cepas están sanas y dan sus frutos. Estas uvas son la base de un vino que trasmite la vida y la historia de este entorno, un vino vivo y lleno de energía.

Alfredo Maestro Penafiel

Estamos en la Ribera del Duero, pero eso no importa. Lo que importa es encontrar viñedos tal como eran antes de la revolución de la tempranillo, estén dentro o fuera de los límites geográficos de la DO. Alfredo, siendo natural de Peñafiel, empezó a unir las piezas de su puzzle en la Ribera del Duero y asi se ganó la fama del “loco del pueblo”. Hace tres años comenzó a recuperar majuelos también en la Sierra de Gredos, naciendo el Rey del Glam como nexo entre las garnachas de estas dos zonas y el Marciano como gran protagonista.

Alfredo Maestro etiquetas

Después de la Ribera del Duero y de la Sierra de Gredos, la nueva pieza la acaba de encontrar en Cigales; una parcela de 3 hectáreas, en la que se mezclan viejas viñas de tempranillo, garnacha, palomino y moscatel de unos 80 años de edad. De este viñedo saldrá un rosado de Cigales como los que se hacían antiguamente, dejando macerar las uvas 12 horas sin importar que el color suba. Será seguramente un rosado especial y sobre todo muy diferente a los modernos Cigales hechos sólo con tempranillo. Aquí también, imitando a la cercana Ribera del Duero que se había hecho rica y famosa con esta uva, se olvidaron de las variedades minoritarias que desde siempre se habían plantado en la viña, sin darse cuenta que de ellas venia la magia, y que la exclusividad estaba en estas parcelas con gran riqueza varietal.

Pero cuidado, no estamos hablando de un retorno al pasado, sino de cómo se camina hacia el futuro. La historia de nuestra viticultura ha tenido que pasar de esforzarse en producir la mayor cantidad posible de uva con el mayor grado, en la época de las cooperativas, a la creación de las modernas bodegas que priorizaron la calidad, pero que plantaron grandes extensiones de viñedos monovarietales que necesitaban del apoyo de la química para poder producir y elaborar sin riesgos. Estamos volviendo ahora al concepto de vigneron (el casi olvidado término castellano viñador), concienciado de que hay que utilizar conocimientos científicos y técnicos para poder producir sin utilizar los venenos de la industria química y trabajando en sinergia con la naturaleza. Este es el secreto de los vinos de Alfredo Maestro.

Salud y buen vino!

Alfredo Maestro VinedoPenafiel

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